Cultura de colaboración

Ser productivo, no es solo alcanzar una meta, es también disfrutar del proceso.
Si bien es cierto que el Líder es el responsable por los resultados, no es quien los logra; alcanzar una meta es el resultado de la unión de toda una serie de componentes y aportes individuales de quienes están en el equipo.
Ya habíamos hablado de lo importante que es generar confianza en las personas para que las cosas vayan hacia el mismo rumbo. La colaboración entre los integrantes del equipo es fundamental para lograr los resultados del negocio.
En Sizigia “tejemos conversaciones para la felicidad, la productividad y la sostenibilidad empresarial”, estamos convencidos de que la alineación del propósito de las personas con el empresarial, logra mejores resultados, esta colaboración exige canales eficientes de comunicación entre empresa y trabajadores y a la inversa.
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El clima de colaboración se debe entrenar día a día. Y sin duda se agrega más valor cuando el crecimiento de un trabajador, aporta al crecimiento de todos.
Existen comportamientos o competencias, en las personas y formas de ponerlo en práctica para movilizar al equipo, a los clientes y a la empresa misma en pro del beneficio de todos.
- La autenticidad: Sin duda quien es como es, en todos los espacios, es una persona que genera credibilidad y confianza, está mostrando sus cartas sin máscaras. Ser uno mismo, suma y le permite a los demás conocer de primera mano, nuestras formas de pensar, de sentir y las habilidades, que más nos caracterizan. Practicar siempre la autenticidad, expresar lo que se piensa y se siente, nos lleva a actuar en consecuencia.
- Ofrecer y Pedir ayuda: sin duda esta es una de las habilidades más complejas ya que el pedir ayuda puede interpretarse como “ponerse en evidencia”, “mostrar fragilidad”, “admitir el no saber”.
Sentirse vulnerable no es grato, sin embargo cuando logramos superar el miedo, se abren posibilidades para la complementariedad con los demás. Por otro lado, ofrecer ayuda a los demás, nos pone en una mejor posición. Es popular la frase de que el conocimiento es poder, sin embargo compartirlo, crear otros saberes y ponerlos al servicio de todos, genera más valor y reconocimiento para todos en el equipo. El mérito se comparte cuando se logran los resultados.
Sentirnos vulnerables nos ha pasado a todos en algún momento en el ejercicio de nuestro rol. Aceptar el no saber, propio o el de otros, sin duda nos abre muchas opciones para encontrar el cómo y promueve el interés común y el enfoque en los resultados en lugar del beneficio personal.
- Pensar en los demás: No hay idea más falsa, que el rol para el cual fuimos contratados es único, en realidad es el complemento de otros. Lo mismo ocurre con las diferentes áreas de la empresa, todas aportan para el cumplimiento de los objetivos y el apoyo entre áreas, es el resultado de la vivencia de una cultura de colaboración.
Tener presente, cómo lo que hacemos complementa el trabajo de otras personas o de otras áreas, enriquece el contexto en el cual nos movemos y permite anticipar el resultado de nuestras acciones. Compartir convicciones y empezar con la meta en mente, previene los errores y con seguridad acorta el camino hacia el objetivo.
- Ser confiable: La confianza está presente o no, no hay término medio. Para lograrla en un equipo es fundamental hacer acuerdos y cumplirlos, comportarse de acuerdo con lo que se espera y a la altura del reto que tenemos en frente, respetar las diferencias de opinión y a las personas en su singularidad, ser honesto, claro y transparente, entregar a todos nuestro mejor esfuerzo, estar comprometido con las prácticas y los procedimientos establecidos.
- Mantener una actitud positiva: Nada más pesado que mantenerse en la queja o sentirse en falta. Las personas que ven la vida con una actitud positiva presentan unos niveles más bajos de estrés, sufrimiento emocional y al ver el entorno con una perspectiva más serena, muestran mayor tolerancia ante las dificultades. Para lograrlo es importante comprometerse con el trabajo y con el equipo en el cual estamos, dar lo mejor de sí y pensar con entusiasmo hacia el futuro y expresarlo a los demás. Una actitud propositiva siempre logra mejores resultados.
- Practicar la comunicación efectiva: Las habilidades conversacionales son fundamentales para todas las personas, sin embargo para los líderes, son más que fundamentales, porque de ellos se espera que movilicen a otros para el logro de los objetivos. Practicar el círculo de la promesa es una competencia vital para lograr objetivos en equipo. Una buena práctica empresarial es generar espacios para plantear y escuchar buenas ideas, traer a la mesa las dificultades para encontrar soluciones en colaboración de todos y tomar decisiones en equipo para que el compromiso sea más genuino. Hacer reconocimientos en público y corregir en privado, compartir comentarios constructivos con el tono, tino, tacto, ternura y tolerancia justos para generar conciencia y estar siempre dispuestos a escuchar; sólo así sabremos lo que los demás pueden aportar al logro.
En conclusión, fomentar un ambiente laboral saludable y productivo es una tarea de todos y la cultura de colaboración es un buen camino para lograrlo.
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